Retiro en la Murtra Galilea
Salí de casa bien temprano, para
ser Domingo, y dirigirme hacia la Murtra Galilea, que es un espacio de
descanso, soledad y silencio que visito hoy por segunda vez con los Amigos del
Desierto para hacer un retiro dominical, compartir la Palabra y unas cuantas
sentadas. La Murtra Galilea es un sitio ideal para retirarse en búsqueda de
quietud, porque es un espacio que ha nacido fundamentalmente para eso; en un
video que tienen colgado en YouTube se definen: Porque hace falta… un espacio
de soledad y silencio… un espacio interreligioso e intercultural … una fuente
de creación … donde se encuentre un reposo para el alma … por eso nació: Murtra
Galilea.
Y lo han conseguido. Las personas que la llevan son encantadoras y
hacen de tu estancia verdaderamente un remanso de paz. El Domingo ha cuadrado
en lo climatológico perfecto, nueve grados al llegar, y veintidós grados con el
devenir del día, o sea ni frío ni calor… y un hermano sol que daba gusto verlo,
aunque mirarlo no era posible …
La mañana se me ha ido en un
abrir y cerrar de ojos, porque el tiempo deja de serlo cuando estas a gusto
contigo y con lo que te rodea, cuando lo que vives lo vives intensamente …
¿Cómo describo el silencio? ¿Cómo te hago participe de que he vivido unos momentos
de quietud maravillosos? ¿Cómo te explico vivencias puntuales que no tienen explicación con nuestra lógica de la razón? Por eso, dejo pasar las palabras
para que si tú has sentido lo mismo que yo alguna vez, recuerdes, sabes, de qué
estoy hablando… y así ha transcurrido la mayor parte de la mañana, en silencio,
sentada, paseo meditativo, sentada otra vez, silencio, quietud …
Palabra, también hemos tenido un
rato de palabra, con un texto del capítulo 2 del Evangelio de Juan, que es
aquel en el que Jesus expulsa a los mercaderes del Templo… y cada uno en su
camino da rienda suelta a lo que le dice el texto … y leemos un comentario de
Pablo D’Ors acertadísimo, (Pablo es el fundador de esta red de meditadores con
la que comparto mucho de mi espiritualidad), que me produce un revulsivo
interior que me hacía falta, que me lleva a ponerme de nuevo en el camino
correcto, en el no divagar, en ir más hacia el ser. Gracias Pablo de nuevo,
porque de nuevo me pones en ruta, me indicas el camino, me das lo que necesito.
Y gracias a Ti, Señor, por regalarme la sabiduría de Pablo, que tanto bien
hace… Nos introduce Pablo, en su comentario al texto mencionado, comparando el
mercado del Templo con nuestra mente, donde efectivamente se producen todo tipo
de trueques, proyectos, frustraciones, sueños, que nos entretienen en nuestro
devenir durante años … Buscamos dentro de nuestro ser al Ser. Termina Pablo su
comentario con esta Bienaventuranza: “Bienaventurados los que expulsan a los
mercaderes de su mente y se embarcan en la aventura del silencio” … y ahí
estoy, embarcado en la aventura de mi silencio, de mi expulsar egoísmos,
falsedades, envidias, para tener un corazón puro que pueda amar de verdad … eso
es un ejercicio mental diario… no se deja de envidiar así como así, ni acabo
con mi egoísmo con un chasquido de mis dedos, no. Igual que ejercito el cuerpo,
tengo que ejercitar mi mente a diario, en silencio, para que se vaya vaciando
de esos impulsos que me llevan a no ser, y me alejan de Ser como Tú Señor…
porque Tú eres el camino, eres el que está ahí soportando mis dudas, mis
desánimos, mis hipocresías, mis miedos …
Y así corrió la palabra por mi
silencio, compartiendo esas dudas, esos miedos, y cuan pocas seguridades, … y
llegue a casa … con ese sentimiento de paz que emana de un día aprovechado,
vivido intensamente, con el Espíritu de Jesús en mi corazón, sintiéndolo,
dándolo… acercándome a los míos con renovada fuerza interior … dando,
amándolos, … ejercitándome en el amor que Tú inmerecidamente quieras colocar en
mi corazón para dárselo a los demás… Altamente recomendable, tengas o no fe en
Jesús, pero sientes esa inquietud de saber a qué sabe el silencio interior,
acercarte a la Murtra Galilea y dejarte llevar por el Amor… lo demás viene por
añadidura. Gracias compañeros de Retiro
por este silencio que hemos compartido. Gracias Señor por tu estar siempre ahí.
Mauricio Ruiz Berlanga
Murtra Galilea
Chiclana, 12 de Noviembre
de 2017.
Comentarios
Publicar un comentario